22 agosto 2006

Los mercaderes del templo

Me parece mentira que en pleno 2006 y con la cantidad de fe que se está perdiendo de un tiempo a esta parte, todavía haya quien quiera y pueda ponerle precio a la entrada de un creyente a la Casa del Señor para recibir un sacramento. Y digo bien pues es el caso que me ocupa a mi, mi hijo tomaba este año su primera comunión, por asuntos familiares, no la ha podido tomar con sus compañeros de catequesis, debiendo aplazarla unos meses y dado que no podía ser de la manera expresada antes, que mejor que tomarla en la casa de su patrona, la Virgen de la Montaña.

Pedimos todos los permisos reglamentarios a la parroquia a la que pertenecemos, al catequista, que nos dio un certificado y como no, a la cofradía de la virgen, buscamosun sacerdote que oficiara la ceremonia y todo listo para que el día 9 de julio de 2006, a las doce, nuestro hijo tomara su primera comunión.

Nuestra desilusión llega cuando a menos de un mes del acontecimiento, nos llega una carta de la cofradía en la que nos hacen saber que tenemos que abonar en una cuenta bancaria 150 euros por la utilización del santuario. Quizás para quien tenga mucho dinero sea poco, pero para quien no, como es nuestro caso, es romper una ilusión y lo peor, hacer que la devoción y la fe decaiga. Jesús expulsó a los mercaderes delTemplo, pero ni se imaginaba los que iban a quedar escondidos por los rincones.

Nos sentimos ultrajados en nuestro derecho, despreciados por no tener dinero, engañados y estafados de cualquier manera aunque lo tuviéramos, no hay derecho a cobrar un arancel por pisar la Casa de Dios, máxime cuando a unos cuantos se les llena la boca de decir que hay que acrecentar la fe y la devoción, ¿cómo? A golpe de talonario, si tengo puedo y si no, me aguanto, de nada me sirve que me digan en su defensa aquello de "que la tome en misa de 9", es que a esa hora es gratis y por las demás se cobra, no sabía que en la Casa de Dios hubiese horarios, lo único cierto es que tal y como están las cosas es buena idea, en lugar de poner un negocio, montar una Iglesia.


Blanca Sonia Portillo escribe hoy en El Periódico de Extremadura

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vergonzoso. Suma y sigue...