La venta ambulante empieza a despachar megáfonos por nuestras tierras. Ya leí algo al respecto durante los sanfermines. El problema es evidente: el elevado ruido gratuito y que son muy similares a los sonidos de emergencia habituales: bomberos, ambulancia, etc.
Imagínense este cacharro en manos del borracho de turno durante la próxima feria de su pueblo. Y ahora multiplíquelo por cincuenta... o cien... las armas de destrucción masiva populares!!!
Sumen este cacharro a los coches, motos, petardos.......
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1 comentario:
En mi calle ya tenemos el primero, un niño de unos 12-13 años que todas las noches nos da un pequeño concierto de sirenas policiales.
No quiero ni imaginar lo que va a ocurrir cuando toda la chiquillería (y parte de los adultos) tenga en sus manos semejante artilugio ...
Un saludo.
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