16 julio 2007

Comunidad número 18: Portugal

El premio Nobel de literatura José Saramago cree que Portugal acabará por convertirse en una comunidad autónoma más de España, con el mismo rango que Extremadura, Galicia o Castilla-La Mancha, integrándose así en un país nuevo, que se llamaría "probablemente" Iberia.

Comenta Nacho Escolar
, que este debate, sorprendente en España, es recurrente en Portugal, que mira a su único vecino con mucho más intereses del que los españoles les prestamos.

3 comentarios:

Jose Carlos Molina dijo...

Querido compañero:
No oculto mi admiración, compromiso y amistad personal con José Melrinho, alcunha de Saramago, pero creo que su opinión, aparte de poco meditada, no es de recibo. Puedo aceptarla como ciudadano ibérico, tengo la doble nacionalidad, pero si hemos aguantado 8 siglos solos podemos seguir aguantando. Yo sueño con utopías, me hacen tener fuerzas para vivir, pero conozco bien la Lusitania y los deseos de Melrinho son simplemente eso un bonito sueño, como ya retrató en su novela a Jangada de Pedra, la Balsa de Piedra.

Cuidado con las señas identitarias, los portugas miran, siguen mirando, a o Mar a la espera de la vuelta del Rey Don Sebatiao, y auqnue minorada y atemperada, la vieja máxima que de Espanha nem bom vento nem bom casamento, está muy hundida en el alma lusitana.
¿Quimera? no, simplemente una buena y bonita utopía.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Portugal não poderá ser nunca uma Comunidade, pois é um país bem independente. Todas estas coisas não ajudam para nada às relações transfronteiriças

Inadvertido dijo...

Efectivamente, la propuesta de Saramago es más un sueño que una realidad, pues el espíritu portugués no acepta esa "anexión" con sabor a guerras seculares de frontera. Otra cosa es crear un sistema confederado, o unos vínculos especiales, pues a nadie escapa que, en nuestro caso extremeño, la salida al Oeste es la nueva puerta que se abre; y en el portugués no deja de ser constatable la "invasión" de la cultura de masas y de la economía española. Globalización. Pero sin olvidar que lo transfronterizo es una dirección de doble sentido.