Hace unas semanas, mientras preparaba las páginas de una publicación juvenil, se me acercaron dos redactoras adolescentes y me contaron su problema: «Queríamos salir en las fotos del reportaje que estamos escribiendo, pero es que somos un poco gorditas». Me quedé un tanto sorprendido pues me parecían dos criaturas angelicales de medidas normales. Se lo hice saber, pero replicaron con contundencia: «Es que nos llaman gordas y culonas».
¿Qué crueles son los adolescentes! A esa edad empieza la selva. Se zahieren los unos a los otros en un combate de autoestimas del que ninguno sale bien parado. Un grano, un tic, un titubeo, un flequillo rebelde, una nariz en punta, unas gafas, un aparato dental, unas orejas distintas... Cualquier extrañeza vale para hacer escarnio. Siempre fue así, pero eso no quiere decir que siempre deba ser así. (...)
Alonso de la Torre en Diario Hoy
1 comentario:
En la adolescencia es sobre todo entre las chicas. ¿Por qué será? ¿Puede que tenga algo que ver la educación, que aún mantiene matices machistas, que recibimos socialmente?
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