Estás de vacaciones, pero el dolor no duerme nunca. Los afectados por los desastres son reales. Ya hiciste alguna farisea donación a una ONG, pero da igual. Ese rumor te recuerda que tu felicidad es prestada, que tu bienestar se hace a costa de los muertos, de los miles afectados por los desastres. Y tú estás ahí, insomne, en el chiringuito de turno, copa en mano, sin dar valor a tanto como tienes. Sólo que a veces la voz de los invisibles sube desde el océano a recordarte tu suerte comprada con dinero ensangrentado.
08 agosto 2006
La Maldita voz de los invisibles
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Huele un poco a demagogia este artículo, vamos, es mi opinión. Por cierto, ¿todo bien? Yo también estoy de vuelta
Publicar un comentario