(...)Bush ha provocado la pregunta con méritos propios. Se la ha ganado a pulso. Durante los últimos seis años, desde que llegó a la presidencia en unas elecciones que de por sí ya han dado para muchas bromas, George W. Bush ha sido blanco directo de los círculos liberales. Scarborough preguntó: "¿Está la debilidad mental de George W. Bush dañando la credibilidad de América tanto dentro como fuera de casa?". Y a continuación pasó una cinta de vídeo. En ella se veía a Bush trabarse hasta el infinito a la hora de pronunciar palabras; quedarse atascado en medio de un discurso sobre terrorismo; hacer circunloquios -aunque puede que no conozca la palabra- imposibles; reírse cuando no toca reírse...
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