A pesar de la prudencia con la que hay que encajar todas las informaciones que cada día nos llegan sobre novedades médicas, no me dejan de asombrar las que hacen referencia a la utilización de células madre en la regeneración de órganos y tejidos.
La última, la he leído hace un par de días. Científicos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid han conseguido regenerar una parte necrosada del fémur de uno de sus pacientes, implantándole células madre extraídas de su propia médula ósea.
A ver quién le dice a este paciente, a sus 38 años, cuando pueda soltar la muleta con la que estaba condenado a vivir toda su vida, que hay quien se opone a la investigación con células madre por problemas éticos y morales.(...)
16 noviembre 2006
El pecado de investigar con celulas madre
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