Tanto Julio como Manuel Luis coinciden en celebrar una jubilación más que merecida después de casi medio siglo dedicados a la docencia. Como antes hicieron sus compañeros y amigos José Larios (d.e.p.), Antonio 'Cuerda' (d.e.p.), María Hernández, José Antonio Hernández, Isabel Triguero, Concha López, Asunción Rodríguez, Enrique García, Mari Loli Díaz, Santiago Laserna...
Todos reconocidos en la calle con un 'don' y 'doña' de cariño y respeto, pertenecientes a esa añorada y ya casi especie en peligro de extinción de 'maestro de escuela' y que dejaron una huella imborrable en las aulas.
Ahora aparcan sus tizas Julio Murillo, Manuel Luis Méndez, Pedro García, Mari Loli Larios y Luis Pérez, pero como los anteriores se van no sin antes entregar como inolvidable legado a las generaciones venideras su magisterio.
A todos hay que reconocerles, al margen de por su largo recorrido en el campo profesional, su dedicación e implicación formativa con el pueblo. Barcarrota y sus pupitres les echarán de menos.
20 junio 2006
Una huella imborrable en las aulas
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