Dentro de unos días viene a Cáceres el reputado cocinero Juan Mari Arzak en compañía de dos maîtres franceses. (...)¿Es pertinente servir a estos cocineros de primera línea un típico desayuno extremeño o pueden quedar alucinados para los restos cuando prueben la 'tostá con manteca colorá' e higadillos? Me consta que entre los organizadores del encuentro existe una corriente favorable a servir a los cocineros una buena tostada con trozos de lomo en manteca junto al café con leche, para que sepan de verdad lo que es desayunar.
(...) En realidad, lo que subyace bajo esta polémica es el desayuno cacereño, centrado en los churros y las migas, frente al desayuno pacense con la cachuela como estrella. En eso aún no nos hemos puesto de acuerdo, aunque la cachuela gana cada vez más adeptos en Cáceres. Estaría bien que Arzak dictara sentencia, si su estómago no sucumbe en el intento.
J.R. Alonso de la Torre
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